Paco Elvira In memoriam
La muerte es siempre intempestiva y nunca esperada. Aparece, como de repente. Puede venir acompañada de un golpe de mar, de un impulso súbito de viento, de un resbalón o de un desvanecimiento súbito. Pero llega, así, como sin estar invitada. En ocasiones la muerte se ancla al destino de alguien joven; las más de las veces se adosa, como una lapa invisible, a los adultos y aquellos que se aproximan ya a la senectud. En todos los casos, para los demás, la muerte es mal recibida