Tiempo adecuado - "Adequate" wheather
Dicen los sabios que los cambios, cuando se presentan, suelen ser sistémicos. Se trata de comprender que nuestra realidad está conformada por una serie de subsistemas que dan sentido a un sistema más global. Puede gustarnos más o menos esta situación, hacernos sentir más o menos cómodos, pero sin duda, es una forma de afrontar el día a día.
Estamos en mitad del mes de Enero. Las nieves han rozado de forma nimia, leve y transitoria nuestra geografía para dejar a las pocas horas, un día más, cielos por lo general despejados donde algunas nubes dibujan siluetas tímidas con perfil destado de anticiclón.
Las gentes (personas que deambulan por las calles o posan impertérritas en los cafés) debaten abiertamente acerca de si hace buen o mal tiempo. Todos lo hacemos sin reparar en lo que realmente significa esto. ¿Corresponde el mal tiempo a un día lluvioso?; ¿acaso el buen tiempo viene marcado por un sol radiante y un cielo despejado de nubes?. Esto, como todo en la vida, es relativo. Lo que es inequívoco es que el tiempo puede ser o no adecuado, independientemente de que queramos tildarlo de bueno o malo.
Claro, que algo adecuado puede no ser conveniente o, incluso, puede ser marcadamente inconveniente. El mal tiempo es conveniente cuando estamos postrados en la cama -si es que tenemos casa y cama- víctimas de una gripe. Poco importa que caigan chuzos de punta; poco importa que estemos en pleno mes de Abril y lo normal sea que llueva, o que estemos en Julio y no debería llover ni por asomo. Lo adecuado es conveniente a nuestra expectativa, a nuestro deseo.
Esto podría conducirnos a pensar si el cambio climático es malo o simplemente inadecuado e inconveniente. Desde luego, independeinetemente de lo que creamos o de lo que nos digan, lo que es sin duda es intempestivo.