Sangre, sol y lágrimas: Un anónimo en España
Casi 75 años después la historia sigue necesitando escribirse en muchos pueblos, carreteras, cunetas y cementerios de España. Las heridas, cuando cicatrizan mal, duelen, como el reuma. Miles de padres, hermanos, mujeres, niñas y jóvenes perdieron, en una lid desigual, sus nombres y apellidos para convertirse en esqueletos anónimos. Osamentas que tuvieron una voz, que estuvieron llenas de vida, de alegrías, de miserias, también de sueños, como el que a algunos les trajo desde